El cuidado de la pisada
La importancia del estudio y valoración de la pisada es útil para tratar y prevenir dolencias y lesiones en los pies. Los pies son la base de nuestro cuerpo, por ello debemos cuidarlos.
Un mal cuidado de la pisada puede ocasionar descompensaciones en el resto del cuerpo, originando una tensión en la musculatura, así como dolores de rodilla, cadera e incluso de espalda. Cualquier fallo en su biomecánica cambia la postura del resto del cuerpo.
Por esta razón, es recomendable acudir al podólogo para realizar un análisis de la pisada y reducir las molestias y la tensión en las zonas más cargadas con tratamientos osteopáticos.
LA IMPORTANCIA DE LA PREVENCIÓN
La mayoría de las patologías en la pisada se dan lugar en la infancia. Muchas de ellas son de fácil detección si se realiza con antelación un análisis biomecánico de la pisada.
Algunos problemas frecuentes como los pies planos, pies cavos, pies valgos, caminar de puntillas, mala posición de los dedos, rodillas en “X”, etc., pueden ser tratados a tiempo corrigiendo la pisada en la infancia, asegurando un correcto crecimiento y evitando patologías en un futuro. Esto es debido a que, la gran parte de las patologías que se padecen a una edad adulta se ocasionan por un mal cuidado en la edad infantil.
DOLORES ORIGINADOS POR CAUSA DE UNA MALA PISADA
A lo largo de nuestra vida, la pisada evoluciona apareciendo los primeros síntomas y lesiones en edad adulta. Los pacientes cuyos pies se someten a altas cargas son más propensos a desarrollar estos dolores o lesiones como, esguinces, fascitis plantar, tendinitis, metatarsalgias, entre otros problemas, pero acuden a la consulta una vez ocasionadas dichas patologías. Por ello, se recomienda realizar un estudio biomecánico de la pisada una vez en la vida para prevenir problemas futuros.
Aquellos que practican deporte deben acudir con más frecuencia al podólogo, debido a que poseen mayor probabilidad a sufrir una lesión y es recomendable hacer un seguimiento de la pisada. Por ejemplo, cuando corremos los pies reciben el cuádruple de veces el peso de nuestro cuerpo, multiplicándose las probabilidades a la lesión.
CALIDAD DE NUESTROS PIES EN LA TERCERA EDAD
Las patologías o deformidades en los pies son más regulares en la tercera edad. Durante nuestra vida, nuestro peso corporal somete presión a los pies y provoca un desgaste al calzado deformando la pisada.
Es habitual la aparición de callosidades en el metatarso y talón por dicho desgaste o atrofia del almohadillado plantar, y en los dedos. También es relevante el cuidado y la prevención del pie diabético, aparece en pacientes con niveles inadecuados de glucosa en sangre o con diabetes, debido a que, provocan dolor en los vasos y nervios y producen complicaciones a medio-largo plazo. De esta manera, se evitan problemas derivados de alteraciones vasculares y de sensibilidad como son las úlceras.
Posee extremada importancia que las plantillas empleadas sean especialmente personalizadas a nuestros pies y a las necesidades específicas del paciente, ya que nuestros pies no son idénticos. Dichas plantillas son empleadas y recomendadas para personas que padezcan cualquier tipo de patología del pie u otros problemas derivados de dolencias por una pisada defectuosa, lesiones deportivas, alteraciones biomecánicas de espalda y extremidades inferiores, etc.
En definitiva, lo más importante es saber si se tiene una pisada incorrecta a través de un análisis realizado por nuestro podólogo quien nos aplicará posteriormente un tratamiento adecuado.